MEDIOAMBIENTE
Los vehículos se componen de multitud de piezas, y algunas de ellas pueden ser residuos contaminantes para el medio ambiente. Los conductores deberíamos concienciarnos de ello y desechar las piezas acudiendo al punto limpio más próximo. En los talleres se cumplen estrictas normativas para el reciclaje de residuos con el fin del cuidado del medioambiente.
CORREA DE DISTRIBUCIÓN
Un mal funcionamiento de la correa de distribución puede ser fatal para el motor y ocasionar una avería grave y cara. Dicha correa sincroniza los cuatro tiempos del motor, así como la apertura y el cierre de las válvulas de admisión y escapa, y la chispa de bujía.
Es prácticamente imposible darse cuenta de su deterioro por parte del conductor, por lo que se aconseja reponerla en los intervalos de kilometraje aconsejados por el fabricante.
SISTEMAS DE ESCAPE Y CATALIZADORES
Los sistemas de escape y catalizadores se encargan de minimizar la emisión de residuos contaminantes y, por lo tanto, de cuidar del medio ambiente. A su vez, procuran un bajo nivel de ruido de la salida de gases al salir del motor.
Los catalizadores deberían ser revisados a partir de los 60.000 kms.
ILUMINACIÓN
Los faros del vehículo son esenciales para la conducción segura por razones obvias. Permiten al conductor una buena visibilidad de la carretera y a otros conductores ver a nuestro propio vehículo. A día de hoy no es obligatorio llevar lámparas de repuesto pero sí es responsabilidad del conductor mantener los faros en condiciones óptimas. Se recomienda, por tanto, comprobar el buen funcionamiento de las luces cada vez que se use el vehículo.
LUBRICANTES
El lubricante tiene un efecto múltiple en el vehículo. Principalmente minimiza el desgaste de las piezas del motor, ayuda a refrigerarlo y canaliza las partículas metálicas derivadas del desgaste hacia el filtro.
En los coches modernos, la media de cambio de lubricante puede llegar a los 30.000 kms., aunque más allá de los 15.000 el motor puede sufrir bastante.
Los talleres aconsejan comprobar el nivel del depósito de lubricante cada 1.500 kilómetros.
FRENOS
Con los frenos en mal estado necesitaremos más metros para parar el coche ante cualquier emergencia. El desgaste de los componentes del sistema de frenos depende mucho de lascaracterísticas de la conducción y también del medio habitual por el que ruede el vehículo (atascos en las ciudades, recorridos en montaña, con abundantes curvas, etc). Por eso, es muy importante que este sistema sea revisado por un especialista al menos una vez al año. No es fácil detectarlo, puesto que los componentes del freno se van deteriorando poco a poco y, salvo que sea muy marcada la diferencia (se va para un lado, tardar en “reaccionar”, ruidos, chirridos, etc) en cuyo caso el paso por el taller debe ser inmediato. Hemos hablado ya de cómo mantener los frenos en buen estado.
NEUMÁTICOS
El estado de los neumáticos depende de tantos factores que es muy complejo aventurarse a estimar un número de kilómetros tras los cuales deberían ser cambiados. Elementos como la propia marca del neumático, el modo de circular del conductor, las condiciones climatológicas y de la carretera inciden notablemente en el estado de conservación de los neumáticos.
En cualquier caso, siempre se recomienda:
– Mantener los índices de presión entre los límites aconsejados a cada vehículo.
– Observar el desgaste del neumático y estar atento si es mayor por algunas zonas que otras.
– Observar comportamientos extraños al frenar.
– Se recomienda acudir al taller al menos una vez al año si los neumáticos llevan instalados más de cuatro. En cualquier caso, si el kilometraje supera los 14.000 kms. conviene acudir al taller antes.
FILTROS
Hay diversos tipos de filtros que se deben controlar al menos una vez al año.
FILTROS DE ACEITE:
Frecuente el uso habitual del motor hace que se desprendan partículas metálicas que van a parar al lubricante. El filtro de aceite retiene dichas partículas para que el motor no se dañe de manera grave.
Los periodos de cambio de aceite han variado mucho con la aparición de nuevas tecnologías y vehículos, los filtros han mejorado ostensiblemente, pero resulta imprescindible reponerlos al menos cada vez que se cambia el lubricante.
FILTROS DE AIRE:
La buena combustión del motor se garantiza porque el aire que le llega no contenga partículas abrasivas. En este proceso, el filtro de aire es esencial para garantizar unas condiciones óptimas del vehículo y que el consumo de combustible se mantenga entre los niveles adecuados.
El filtro de aire se suele revisar en todas las operaciones de mantenimiento del vehículo, y se debe prestar especial atención si se conduce por ambientes polvorientos.
FILTROS DE COMBUSTIBLE:
Este filtro es esencial para garantizar el buen funcionamiento del motor.
Su funcionamiento es distinto en motores de gasolina o diésel. En motores de gasolina elimina las impurezas del combustible antes de que lleguen al motor. En vehículos de gasóleo eliminan el agua y evitan la corrosión del motor.
Este tipo de filtros se debe revisar siempre que el vehículo acuda al taller.
FILTROS DE HABITÁCULO:
Son el tipo de filtro que siempre deberían funcionar correctamente si se transporta a algún pasajero alérgico. El filtro de habitáculo se ocupa de evitar que las partículas de polen y polvo del ambiente pasen al interior del coche velando por la salud respiratorio de sus ocupantes. Un eficaz funcionamiento de este filtro proporciona una sensación de confort y bienestar superior en el vehículo.
ESCOBILLAS LIMPIAPARABRISAS
Las escobillas limpiaparabrisas juegan un rol esencial para una conducción segura. En caso de lluvia, una escobilla limpiaparabrisas defectuosa puede resultar fatal para el conductor, ya que si no se evacúa correctamente el agua, granizo o nieve el conductor tendrá dificultades en su visión de la carretera y el riesgo de accidente aumentará notablemente.
Se aconseja el cambio de las escobillas después del verano por el efecto negativo que ejerce el calor y las altas temperaturas en la propia escobilla.
AMORTIGUADORES
Los amortiguadores de un vehículo representan uno de los elementos básicos para la seguridad de sus pasajeros. Aportan mayor confort al vehículo y, junto con los neumáticos y los frenos, son los elementos decisivos en la seguridad del vehículo.
Hay diversos factores que inciden en el funcionamiento eficaz de los amortiguadores:
– La carga del vehículo.
– El kilometraje de éste.
– El estado de la carretera.
– Efectos atmosféricos como el frío, calor y humedad.
Estos factores pueden ser decisivos y hacer que el amortiguador no funcione correctamente.
Se aconseja realizar revisiones periódicas cada 20.000 kilómetros.